martes, 24 de septiembre de 2013

Una rosa

Era sin duda la rosa más hermosa
Una rosa sin espinas con un perfume sin igual
Tan suave y delicada que romperla era mi temor
Adoraba verla suspirar y una sonrisa esbozar
Con el rocio de sus pétalos mi alma se sonrojaba
Sentir una caricia sobre mi rostro siempre me llenaba
Pero todo cambio…
Al sentir mi corazón aprisionado por todo lo que me mostraba decidí alejarla,
 ya caso no tenía si sólo deseaba jugar.

Le dije: Mi corazón ya no palpita con tu amor, tu voz ya no es mi canción, en mis ojos ya no te reflejas más
Tan sólo una lágrima derramo... y mi corazón murió.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.