miércoles, 10 de julio de 2013

LA CARTA


La conocí por azar del destino, me encontraba molesto por mi trabajo, mis proyectos iniciados no marchaban del todo bien, esto me hacía sentirme deprimido; aquella tarde decidí ir al bar que se encuentra de paso, de la oficina a la casa; un bar sencillo al ras de la carretera, no había muchos que entraran dentro, pacifico siempre, lo cual me agradaba, así no sentirme abrumado y relajar mis sentidos en soledad.

Hace 4 años Diana falleció al cruzar la calle de la gran avenida que da directamente a nuestra casa, un día normal pasaba, y el automovilista se encontraba en estado inconveniente, no logro divisarla a lo lejos.
Todo pasó tan rápido, cuando me llamarón ella se encontraba en el hospital, los médicos sólo me dijeron que fuese preparando todo, “que no pasaría la noche”.
Fue un golpe muy duro como dejar ir a la mujer que más amaba, la cual volví a sentirme vivo desde la primera ocasión que me sonrió, ella tan hermosa cuando sonreía, cuando tomaba su mano, cuando pedí que fuese mi novia, para después fuese mi esposa, tanto tiempo que compartí a lado de tan bella mujer, la única que me hacía sentir único, libre, tranquilo, feliz, lleno de alegría al tan sólo tenerla a mi lado sin decir palabra alguna, quien me ayudo cuando sentía decaerme, mil veces me levanto, mil veces me ayudo, con ella conocí el amor, realmente lo que significaba amar.
¿Y ahora? Que haré, ella era mi vida, mi vida entera.
Día a día me preguntaba, por qué surgió tal cosa, mi vida perdió sentido, mi trabajo me cansaba, la gente me hartaba, ruidos tan estrepitosos arruinaban mis oídos, vivir comenzaba a tornarse tan pesado, perder la noción del tiempo es lo que más deseaba.
Después de un tiempo, mis anhelos de volver a Diana me hicieron soñarla, soñarla tal cual, la palpé, la sentí, la escuche, la vi sonreír, y al mismo tiempo unas lágrimas surcaban su rostro.
- ¡No! Diana no llores amor, ¡Por favor no lo hagas, linda!
“Sentí sus brazos sobre mi cuello, me susurra al oído- “Yo te cuido, desde donde estoy, se feliz, deseo que seas feliz de nuevo…. Cuando el tiempo decida juntarnos esperare por ti… estas vivo, sonríe de nuevo”-“Te amé, te amo”
¡No!..No te vayas, no te alejes, quédate un poco más conmigo, nena.
“Te amo”- se escuchó mientras Diana se alejaba entre la luz que lastimaba la vista.
Desperté llorando, me sentí tan cansado, más el dolor por la ausencia de Diana se había marchado.
-Seguí recostado, no deseaba levantarme, un domingo cualquiera.

Ha sido una semana pesada, lo de Diana, el trabajo me ha ayudado a relajar mi mente y no sentirme extraño el hecho que me visitará, aún mis planes de los proyectos no se concretan, unas marchan perfectos, otras no tanto, comienzo a preocuparme, por suerte hoy viene Alberto a visitarme con su esposa Mariana y una amiga Laura, no sé porque ese afán de presentarme mujeres cuando me ven, nunca me he negado a ello, conocer personas, mujeres interesantes, más nunca he encontrado una que me llenase como lo hizo Diana.
¡Hoy es viernes! -tan pronto, me encuentro tan estresado, ya deseo acabar con esto.
-Subo al auto, y me decido ir a relajar mi mente en aquel lugar donde he estado estos últimos años- ver a la gente mientras mi mente se relaja, hombres y mujeres todos muy extraños más no he visto a nadie que mi vista la atraiga o la duda nazca.
-Entro y la luz tenue al frente se divisa una barra y a la esquina se encuentra los sillones muy cómodos, donde no se te es interrumpido, es placido en ocasiones encontrarme aquí.
Pido una copa de Vodka doble, mientras espero- mi mente trae consigo recuerdos, de mi niñez, mi juventud, la universidad y cuando todo se tornó un poco difícil y apresurado vivir esta vida.
A mi esta la bebida, mientras sorbo un poco deduzco el porque me eh estresado al grado de sentir morir. ¿Cuándo deje de darle importancia a las pequeñas cosas?, que siempre pensé no dejar y ¿Cuándo le di más importancia al trabajo? al punto de sólo trabajar sin descansar.
Mi meta era amasar nuestro futuro así en un momento poder disfrutar sin presión nuestra vida juntos, pero todo se desvaneció.
Uhm... ¡Creo estar soñando o las copas ya hicieron efecto!
“Ella se acerca a mí, es pequeña tez morena, muy linda, lo sé por la sonrisa que esboza mientras camina hasta donde me encuentro -“es tan tierna” que no sé porque se encuentra en este bar tan deprimente y el ¿por qué? me mira así, si estoy hecho un desastre”- me digo mientras la miro a los ojos-
Cuando llega a mí -sólo se me queda mirando sin decir una palabra, me sonríe dulcemente, sus ojos irradian luz y tanta ternura.
¿Es a mí a quien sonríes?- le digo, pero no me dice nada, es extraño.
¿Oye que pasó? ¿Quién eres?- no te vayas… ¡sólo dime quien eres! -le grite mientras salía del bar, salí corriendo pero ya no la vi.
Regresé a cada aun poco extrañado por lo sucedido...”saber quién era ella”, su forma de presentarse y huir, todo es tan extraño,…puede ser que sólo me lo imagine, sí puede ser eso, el alcohol provoco las alucinaciones.
Los días siguientes seguí yendo al bar por si me topaba una vez más con aquella imagen real o fantasía, quiero verla una vez más…la razón…sólo quiero saber eso.
Hoy es la última vez que me encuentro aquí esperando respuesta…
Un vodka por favor - lo de siempre - “le dejaron una carta” menciona al mismo tiempo Carlos el encargado del bar….
¡Es extraño aquí, una carta! - me digo mientras la tomo para leerla.
Al mismo tiempo desprende un perfume… es tan delicioso que sólo me trae el recuerdo de una persona, no lo he percibido en nadie más que yo haya tratado, esto me remonta a mi época de adolescencia…, pero no pude ser ella, también ella se marcho.
La abro para leerla:
Para: Emmanuelle

Me cuesta poder escribirte esta carta, por momentos creí que podría volver a la ciudad y verte feliz, sin intención de volver a mi memoria y traerte de vuelta.
Nunca te explique porque me fui y te deje sin respuesta alguna aquel día, Lo siento…el tiempo pasó tan rápido que no pude volver por más que lo deseará, sí han pasado ya demasiados años desde mi partida, este lugar que un día nos vio enamorarnos ha cambiado tanto que ya no la recuerdo.
Te vi por causalidad por la calle, cruce contigo, más no me reconociste, te mostrabas tan feliz con ella, tu esposa, que no quise interrumpirte, aquel día pensaba marcharme y ya no más volver, pero al día siguiente me enteré lo de tu esposa, el accidente, ¡Realmente lo siento!
Después de varios meses aún sigo aquí, en este pueblo, he seguido tus pasos; me presente a ti, pero no pudiste reconocerme, no encontraba modo de acercarme a ti, así que decidí hacer esto.

Quiero verte sólo si estás dispuesto, como buenos amigos recordando el ayer.
En el lugar donde nos veíamos te espero, si no llegas sabré comprender.

Lissa.

-Sin palabras he quedado, después de leer está carta ay descubrir quien era aquella mujer, realmente no era producto del alcohol.
-Pero no, ¿cómo?, ella aquí todo este tiempo, no sé qué hacer, con esta revelación.-regreso a casa sin haber bebido alcohol, realmente no lo necesito, ya que tengo mucho que pensar ahora.

Pasó la semana como agua entre mis manos, me encuentro aquí en este puente donde en antaño esperaba a Lissa ansiosamente cada arde, verla una hora me bastaba para que el resto de mi noche y día fuese inmensamente feliz.
Lissa- llega -sigue siendo tan hermosa como la última vez, su cabello castaño largo y aquellos ojos grandes café, eran mi delirio, siguen conservando su hermosura.
¡Hola! Emmanuelle- sigue siendo tan dulce tu mirar, no has cambiado mucho-
Hola, sigues tan bella-murmuro
Se acerca a mí y me abraza- Te extrañe tanto-estos años no he podido olvidarte, no me volví a enamorar, a pesar de conocer a muchas personas, no hubo alguien quien te igualará.

-Es extraño tenerla aquí a ella después de haber tenido junto a mí a Diana, diciéndome que fuese feliz y que llegaría de nuevo alguien quien me hiciese feliz…
-Ella será, regreso después de años para estar aquí, aunque sé que no podrá ocupar el lugar que Diana dejó, a pesar de que Lissa fue muy importante para mí, mi amor por ella no se desvaneció más ya no formaba parte de mi ser.
Que haré no lo sé, Tal vez el tiempo me ayudará a conocer la respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.