martes, 14 de mayo de 2013

Tu recuerdo

Cuatro meses ya han pasado, cuatro dolorosos meses,- ¿Por qué dolorosos? , por el simple hecho que te extraño, tu partida realmente ha sido dolorosa para mí, como explicar que tú recuerdo aún me duele, cada vez que te pienso, o cuando te nombran sin malicia.

Dime como olvidar 3 maravillosos años que me obsequiaste, tu amor, tu cariño, cada uno de tus actos me llenaban el corazón, cuando estaba triste te acercabas te sentabas a mi lado, sin expresar nada te quedabas ahí conmigo, te abrazaba- lo recuerdo muy bien, así era siempre, así transcurrió el tiempo y pensar que cuando llegaste a mí, no te mire, no deseaba que me tocaras o me miraras, tenía miedo lo sé - ese miedo que desapareció poco a poco al conocerte, al tratarte sin que yo lo pidiera me diste tu amor, minuto a minuto contigo fue maravilloso.

El tiempo junto a ti, aprendí demasiado, lo que es el amor sin condiciones, perder el miedo y ha ser más sensible – la chica dura y fría, insensible se fue alejando para quedarse la sensible y amorosa pero aún con miedo, que volvía a sonreír con cada tontería, quien lo diría, sonreír, ser feliz, cuando creía que a mí no llegaría o no conocería lo que es ser feliz, o amar en este caso, que equivocada estaba.

Sabes no he comprendido aún porque tanta malicia de la gente, porque se ensaña en hacer mal a las personas que no hacen nada malo, quien da amor y no daña a nadie, ¿Por qué? porqué justo a ti, tenían que apartarte de mi lado.

–Perdón no debo llorar cierto, más no puedo dejar de hacerlo-

Verte destrozado pidiendo ayuda, que la gente no te brindo pudiéndolo hacer me lleno de rabia en ese instante, te ayude a levantarte y regresar a casa de nuevo, me partía el alma no poder hacer nada para curar el dolor que cargabas.

-Dios me siento culpable si tan sólo la noche anterior no hubieses salido ahorita no estuviese aquí llorando-

Mientras llegaba el auxilio – que sentí que pasó una eternidad para llegar- “te abracé”- me miraste con esos ojos hermosos que siempre me encantaron, no podías esbozar ni un quejido- 


Después de todo me quedé cuidándote toda la noche, por sí necesitabas algo, para no hacerte daño, verte mover me alivio un poco, sonreíste, me miraste, fui feliz por ese instante.
Tan pronto amaneció con muchas ansias desee que te levantaras y pudiésemos hacer lo que todos los días… te vi feliz, me tranquilizó-


¿Pero que pasó? porque de pronto todo cambio- tu respiración se entrecortaba, no podías moverte, comenzabas a quejarte más y más, me mataba el dolor y yo sin poder hacer nada para aliviarlo, intente todo lo que pude , no fue suficiente, perdóname.


¡Madre háblale!- dile que se quede un poco más, no deseo que se vaya, por favor, aún no se puede ir- repetí inconsoladamente.


Te abracé, sonreíste y te marchaste”

(Entre mis brazos quedaste)

Sentí tanta rabia, miedo, desesperación, grite, lloré con tantos deseos de saber quiénes fueron los que te habían hecho tanto daño que lograron hacer que te marcharas de mi lado, pero ya no importaba, tú no regresarías a mi nunca más.
Perdón por recordarlo una vez más, sé que te gustaría a ti que yo estuviese feliz y olvidarte, ¡cierto!, -me piden que ya te deje ir, pero ¿Cómo se logra?

-Se que te gustan las rosas, te dejo una, como siempre, dejándote una cada vez que vengo a platicar contigo aquí, en este lugar frio y húmedo donde nunca más te vas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.