lunes, 28 de octubre de 2013

Un placer conocerte



Él: Yo no espero, sé que ahí te encuentras y que algún día te encontraré.

Ella: ¿Si algún día llega a encontrarme que es lo que haría?
        ¿Que busca?,  quizá yo le pueda ayudar, en otro caso lo puedo guiar.

Él: Cuando te encuentre, Me daré él lujo de sorprenderme en el momento justo para hacerte sonreír.

Ella: Una sonrisa pura de mis labios esbozaré cuando el día añorado llegue.

Él: Tal vez no te permita sonreír si ocupo a tus labios de alguna manera.

Ella: Tal vez me sorprenda tan pronta acción que mis labios cierren, más puedo actuar desconcertante que no sabrá que hacer.

Él: Me pregunto cuanto tiempo durarán cerrados, si mientras distraigo tu atención con mis  ojos y él mapa que en el se encuentra, ven busca él sitio donde yace mi alma y date cuenta que sinceras mis palabras son, como abren lentamente tus labios con estas caricias y su canción.

Ella: Aún me niego a creer que un corazón  dispuesto a guiarme está, en el camino a su alma no sé si pueda caminar, más me encuentro ansiosa de lo que pueda pasar y en un momento aquellos labios que en mi mente se encuentran, un día besar, mi alma encadenada se encuentra sólo un alma dulce y noble pueden ayudar  así la llave encontrar,  así corriendo a sus brazos un día yo pueda ir, aquel glorioso lugar por fin llegar, espero no se cansé de esperar.

Él: 1, 2, 3, 4, 5, 6... Y así pasarán los segundos, oh que es esto? Aquí sigo, y seguiré, la pena vales por diez y apuesto los segundos que faltan en el mundo que así es, Te esperaré.

Ella: No apueste nada, me encuentro dañada, no creo en un por siempre, no creo en las promesas  dichas al viento...más creeré en sus palabras, obligaré a mi corazón calmar está espera que comienza a surgir, si usted miente de desolación mi alma morirá, en sus palabras quiero confiar.

Él: Ahora te pido con él corazón en la mano y mi palabra de hombre en mis dedos. No tardes tanto en mis brazos te espero.

Ella: Ante sus palabras un corazón ha caído  no sé si sentirme avergonzada, sólo con palabras ha hecho mi mente calmar.

Él: ¡No caigas corazón mío! Mejor ven a mis manos, entra por mi sangre hasta mi alma, construiré una choza para ambos donde te abrazarte y nunca te dejaré ir.

Ella: Sí toma mi mano segura estoy de no caer, por más alto que vuele, si  su corazón me ofrece, no sé si pueda llenarlo yo, tan pura y limpia se encuentra, que temo daño alguno causarle... ante las esperanzas que me da corriendo quiero ir hasta donde se encuentra y no escapar de ahí jamás.

Él: Tomare tu palabra y después tu mano, pero al mismo tiempo caminaremos juntos en él tiempo, no os preocupáis por mi corazón que dañado se encontraba y tus palabras como pegamento en una maqueta para niños inocentemente me repara poco a poco la alegría y la confianza.

Ella: Un poco de tiempo pido mi mente calmar y aceptar todo lo que Ud.  me da. Tan apresurado todo ha llegado ante el manto estelar postrada me encuentro preguntando, mi mente no cree merecer lo que sus ojos ven, calma pido, calma necesito para mi amor yo darle y su amor aceptar... ante usted caballero mi corazón pueda yo abrirle como lo hace usted  con sus sentimientos.

Él: Tiempo es... Y tiempo será, que importa si te quise en él pasado, o te querré en el futuro, lo que importa es que mi mente te quiere en el presente y él tiempo no acepta tratos para detenerse, él único trato de él para ti es que lo aproveches y te dejes querer cada segundo mientras la vida nos oxida y nos roba los segundos de los dedos.

Ella: Bien sé que Cronos es sabio...y ante su sabiduría me encuentro yo...
         Mi presente a tu lado anhelo vivirlo ante una nueva experiencia disfrutar, con el tiempo   no quiero arrepentirme pues lo que vivo ahora ya no será. Me dejaré querer como tus labios y corazón lo menciona ante ello no te puedo detener, más no quiero escapar atada a esto ya me encuentro. A sus labios anhelo acercarme con mis dedos quiero recorrer, ese calor que sus labios inquietos dan, en mi imaginación sólo están.

Él: Cierra tus ojos, concéntrate, y veras un cielo maravilloso, lleno de nostalgia de recuerdos en donde por amor valía la pena darlo todo, un cielo donde alas te daré para que vueles alegremente sin ataduras y sin cadenas, tu libertad es mi sueño más grande, pues no hay amor más fuerte que él amor libre que nace de la voluntad misma del alma.

Ella: Tu sueño es mi felicidad, no puedo negar ante palabras sinceras anonadada me encuentro, le permitiré está ocasión tomar sus palabras y su mano guiar en esta senda de la vida, si anchurosa se encuentra recorrerla libre...pero nunca sin usted...

Él: No me hables de usted, ni por respeto, porque una falta de él es que te dirijas a mí como si estuviese fuera de ti, cuando siento que me encuentro en tu corazón y en tus pensamientos

Enséñame lo que no sé, pues siempre se aprende algo nuevo, tu eres nueva para mi dentro de mi enséñame todo de ti, lo único que sé es que de teoría a la práctica es mucha diferencia, si mis palabras son teorías, hazme creer que será posible la práctica

Ella: No sé qué pueda yo dar, soy tan diferente no lo puedo negar, no soy como tantas más... Sólo expresa claramente lo que deseas quizá yo lo pueda contemplar y hacerlo realidad.
Él: Ya lo haces realidad desde que leo y me doy cuenta cómo atiendes mis palabras, me respondes y encuentras él significado de las mismas con la disposición y una sonrisa tuya en mi imaginación


Ella: Que dulce palpitar, con sus palabras ha hecho agitar y una sonrisa esbozar, ahora que claro lo he expresado y en su imaginación me encuentro, es un honor encontrarme en  sus pensamientos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.